3/1/16

La Carrera del Siglo

¡¡¡¡¡Uuuuuuoooooooooh!!!!!
The Great Race, Blake Edwards, 1965, EEUU, Jack Lemmon, Tony Curtis, Natalie Wood.

Bienvenidos al pastiche de géneros que se inventa el señor Blake Edwards, que, por cierto, le costó un "egg" (volveremos sobre esto). Mil y una veces repuesta por la tele hoy traigo una propuesta ideal para estas fiestas por aquello de ver cine en familia y tal. Y encima como es larga casi se pasa la tarde/sobremesa sin tener que hablar como quien dice. Las dos horas y pico que dura la películita dan para parodiar las del Oeste y las de Capa y Espada y, sobre todo, para homenajear las comedias mudas (para demostrar este aserto ver la dedicatoria a Laurel & Hardy -el Gordo y el Flaco, vaya- incluida en los títulos que abren la función) con las que el Sr. Edwards mamó su oficio desde pequeño y que parece que le gustaban un "egg" (siguiendo matemáticas de primaria este sería el otro). No olvidar que el Sr. Edwards era nieto de un director de los inicios del Hollywú. Hay que decir también que el Sr. Edwards conocedor quizá por ese lazo familiar de los entresijos del cine y de sus mecanismos consiguió destilar con sus películas un cine siempre personal en el que destacan sus comedias por las que el gran público lo conoce. Para la ocasión escribe una historia inspirada sui géneris en un pionero acontecimiento de principios del siglo pasado (aquí información sobre un documental que no he visto pero que queda bien enlazar) el cual queda re-interpretado en clave de humor a veces absurdo, otras físico. El Sr. Edwards recurre a la parodia para referirse a situaciones variopintas, desde socio-políticas hasta el mismo cine, y/o mediante dosis de ironía define el carácter estereotipado de sus personajes (que funcionan así por el interés de la acción, que están hechos adrede, vaya, y por eso uno va de blanco inmaculado (porque es perfecto e invulnerable) y el otro de negro, negro (siniestra que tiene el alma)).


Uno de los momentos más recordados por los niños
Como es algo cuasi-endémico en el cine del Sr. Edwards no podía ser que esta carrera no tuviera altibajos, cosa bastante lógica por lo larga que es y por apoyarse casi todo el asunto en estereotipos que viven un porrón de aventuras y desventuras sucedidas en un sinfín de decorados, sin más pretensión que la de entretener y rendir tributo a los grandes del mudo. Por eso, todo se acaba convirtiendo en una especie de peripecia nostálgica y episódica, algo envejecida pero trufada de bromas y guiños (incluso autoparódicos para el propio negocio) que sin ser redonda sí se le tiene cariño porque por momentos llega a conseguir ser divertida y durante la mayor parte es entretenida y con algo que llevarse a la boca. Estoy seguro que más de uno le tiene cariño, servidor incluido, no sé si por aquellos pases recurrentes en la tele de hace unos años o por el encanto que tiene pese a sus defectos. El caso es que uno la llega a recomendar y más para los domingos por la tarde, ale (ya tenéis otra opción además del "fúmbol", creo, porque uno ya no sabe si el espectáculo sigue siendo los domingos, es los martes o quizá los viernes). 


El Malo
Y entre lo bueno no se puede dejar de lado a Jack Lemmon cuyo personaje principal de Dr. Fate (o sea, Destino) puede que no permita un especial lucimiento pero a mí me resulta un modo Coyote divertido. Nótese que digo "cuyo personaje principal" y es que Lemmon también hace de Príncipe de un reino imaginario en cierto tramo-parodia-homenaje a las de aventuras, confirmando algo que nosotros ya sabíamos ¿o no? cuento con un sí, querido visitante, pero, no obstante, lo digo, por si alguno anda despistado, que el Sr. Edwards se adelanta con todo su equipo a las "spoof movie" que triunfaron tanto algunos años después y también hace relativamente poco (no hace falta decir ninguna, a buen seguro el avispado/a lector/lectora tendrá en mente ya más de una que hay hasta ejemplos patrios). Total, que Lemmon con su acompañante (al que muchos conocerán por su nombre clave de Colombo) y los personajes de ambos me divierten y me recuerdan a los dibujos animados que inspiraron. También los títulos de crédito en plan ilustración son graciosos.


El Bueno
Como dije todo nostalgia para el Sr. Edwards y su generación pero también para la siguiente. Del bueno hace el resultón Tony Curtis y de guapa sale (y es) Natalie Wood cuya muerte nunca esclarecida "reflotó" hace poco tiempo y, además, por aquí aparecen caras famosas como la del citado Peter Falk, alias Colombo, conocidas para el cinéfilo de postín cual la de George MacReady y su cicatriz, que suenan tal cual la de Arthur O' Connell, y otras que recuerdan a personajes de otros lares como la de Keenan Wynn. En fin, toda una pléyade de rostros más o menos reconocibles que se unen con otras figuras reputadas en sus respectivos campos (Edith Head en los trajes y vestidos, el veterano fotógrafo Russell Harlan)  para ayudar al Sr. Edwards en esta película, mitad homenaje, mitad parodia, toda Technicolor, comedia respetuosa pero sarcástica que presume de tartas.



Además, por aquello de tratarse de una carrera de coches los fans del motor tendrán un aliciente ahora que la temporada de F1 no está operativa. También podrán deleitarse con los modelos de autos creados ex profeso -alguno de ellos ha acabado como pieza de museo- aquellos a los que les llame el tema de las antigüedades (bueno, y los amigos del motor, otra vez, que hasta la guapa de Natalie parece que estaba en la onda). Y es que para hacer esta película el Sr. Edwards se dejó un dineral entre coches, vestuario y decorados. Eso sí, aunque tuvo una acogida tibia por los críticos que manifestaron disparidad de opiniones (pitos y aplausos para el castizo), funcionó lo bastante bien entre el público como para ganar algo de dinerillo. Por si todo lo dicho fuera poco la partitura es de Henry Mancini, así que cada vez hay menos excusas para no marcarse esta película uno de estos días. Volviendo al tema de los coches, ¿alguien sabría decir por un tartufo, por supuesto, qué icono del siglo pasado nació en la misma ciudad en la que está expuesto el coche de Leslie?


¿Preparados para el tartufo definitivo y para la foto de Natalie?
Antes de despedir hay que jugarse -otra vez- esos tartufos, delicia para los lectores de este blog, siempre dispuestos a degustarlos respondiendo a las cuestiones que planteo. La segunda oportunidad de esta entrada es seria y fácil: ¿qué récord ostenta Natalie Wood en el manido tema de los celebérrimos Oscar?


¿Es Leslie Daredevil o es el Profesor Fate? Nótese el original juego que me marco con el oficio y beneficio de los protagonistas de la película del Sr. Edwards.
Recuerden aquello de los derechos. Sólo se ponen las imágenes y vídeos encontrados con la inestimable ayuda de Google con ánimo de completar las palabras vertidas en la entrada.


Documento gráfico que demuestra el impacto de la película comentada (los coches están más conseguidos, la verdad).